Colección Grandes Mujeres, RBA.
Año de publicación: 2019.
Sinopsis.
Simone fue una escritora y filósofa que logró destacar en un mundo principalmente masculino. Su pasión por la vida y su interés por la literatura y el conocimiento la llevaron a explorar la condición de la mujer y a reivindicar en la calle la necesidad de igualar sus derechos con los de los hombres. En todas sus obras y sus acciones políticas, e incluso en su controvertida vida a morosa, enarboló la libertad de elección como bandera y acabó convirtiéndose en una reconocida figura intelectual en todo el mundo.
Opinión.
Ha sido una biografía tan interesante que me ha enganchado desde el prólogo y que, apenas, me duró un fin de semana. Me ha parecido un personaje maravilloso y muy complejo, y absolutamente imprescindible de leer.
«No tenía ideas subversivas; en verdad no tenía ninguna idea, sobre nada; pero todo el día me ejercitaba en reflexionar, en comprender, en criticar, me interrogaba, buscaba con precisión la verdad».
En esta ocasión, este libro presenta un capítulo de más, con lo que son seis, siendo el último el que trata sobre su vida de más mayor, cuando ya es una figura perfectamente reconocida por la sociedad parisina. Es la parte que se centra en el icono, más que en la persona en sí y, para mí, la mejor parte de este capítulo es que deja ver la influencia que ha tenido su obra «El segundo sexo» en las diferentes generaciones de mujeres, sobre todo, en las más jóvenes.
«Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia».
Fue «condenada» a trabajar porque el padre, que venía de una buena posición social se había arruinado y, según su forma de pensar, aquello había condenado a sus hijas a ser mujeres trabajadoras, algo impensable para las mujeres de la burguesía de la época. Simone, sin embargo, se lo tomó como algo positivo y, aunque esa parte no le supuso un enfrentamiento con su familia porque trabajaba por obligación, no dejó de tener mala relación con sus padres. De hecho, se independizó en cuanto pudo porque no era la mujer que ellos se esperaban que fuese: era una mujer con cerebro de hombre.
«El hombre se define como ser humano y la mujer como femenina. Cuando ella se comporta como un ser humano se dice que está imitando al varón».
De su relación con el también filósofo Jean-Paul Sartre me quedo con el concepto de poliamor que tanto proclamaron y al que se aferraron ambos. Se agarraron a la libertad en el significado más amplio de la palabra, incluyendo las relaciones personales. Me fascina porque es un concepto que no termina de quedarme claro, no por lo que significa en sí, sino por el hecho de ser llevado a la práctica y que funcione, teniendo en cuenta muchas cosas que influyen en el ser humano, como la cultura o la educación, que son dos pilares muy potentes y lo mucho que cuesta cambiar todo lo que viene determinado por ellos. Biológicamente, somos una especie polígama, mientras que esa cultura y esa educación han influido en nosotros para convertirnos en una especie monógama, haciendo que rechacemos de forma absoluta la poligamia. Entonces, ¿cómo «volver a atrás», a lo que realmente éramos, saltándonos todas las normas sociales impuestas desde ni se sabe?
«El hecho de que exista una minoría privilegiada no compensa ni excusa la situación de discriminación en la que vive el resto de sus compañeros».
Es más que evidente que Simone de Beauvoir es un icono del feminismo y luchó por la igualdad entre hombres y mujeres con sus mejores armas: la palabra y la reflexión. Y con ellas, consigue que muchas mujeres se plantaran y decidiesen encauzar su vida y hacer cosas en contra de una sociedad opresora hacia el considerado sexo débil y, quizá, todo ello haya influido a encontrarnos en la situación actual que, lejos de una igualdad total y absoluta, sí hemos ganado y sacado en claro muchas cosas, entre ellas, la de que hay que seguir luchando.
¿Recomendaría su lectura? Por supuesto que sí, sin dudarlo. Me parece un personaje digno de leer y de admirar. Creo que es una vida que da para reflexionar todo lo que ya hizo ella y más. Y, eso, siempre es bueno.
Otros títulos de la colección:
– Marie Curie.
– Frida Kahlo.
– Jane Austen.
– Hedy Lamarr.
– Jane Goodall.
El Lado Oscuro 
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