Florence Nightingale.

Florence Nightingale, la enfermera revolucionaria

Colección Grandes Mujeres, RBA.

Año de publicación: 2019.

 

 

Sinopsis.

Florence Nightingale es la mujer que modernizó la enfermería. Su dedicación a los demás y sus dotes para la estadística la condujeron a establecer las normas de actuación en el cuidado de los enfermos y en el control de las epidemias en los hospitales. Su heroica actuación en la guerra de Crimea, en la que trabajó hasta la extenuación para salvar las vidas de los soldados británicos, hicieron de ella una mujer respetada y escuchada por todos. Para ello tuvo que renunciar al amor y al matrimonio, incompatibles con el desempeño de una profesión en la Inglaterra victoriana.

Opinión.

Como ya puse hace varios días en mi cuenta de Instagram, cuando comencé a leer el libro, no sabía quién había sido esta mujer y, bueno, después de leer su biografía solo puedo decir que fue una de esas mujeres que marcó un antes y un después. Y ese punto de inflexión lo creó en el campo de la enfermería.

«Así sufren aquellos que abren caminos; así caen aquellos que se lanzan al vacío; pero tienden un puente para que lo crucen otros».

La estructura del libro se sigue manteniendo igual que en las entregas anteriores. Así que, respecto a esto, no se puede decir mucho más.

Al principio se me hizo un poco pesada la lectura porque comienza muy atrás con respecto a la parte más interesante de la historia en sí. Hasta llegar a la guerra de Crimea, su biografía no cuenta otra cosa que la vida de una muchacha de clase acomodada que vivía en la Inglaterra de la época victoriana. Y es que es un periodo que no me gusta e, incluso, llega a aburrirme.

También es verdad que esto hace que su historia cobre mayor relevancia por la condición de ser mujer en una época en la que el sexo femenino tenía un papel muy limitado y que se ceñía, única y exclusivamente, al hogar y al cuidado de los hijos.

«Si, intelectualmente, se ha dado un paso adelante, en la práctica, nada concreto ha ocurrido. El lugar de la mujer no está en armonía, porque ella está capacitada para la adquisición de conocimientos, pero no se puede poner en acción».

Este personaje renunció a dicho papel para dedicarse a cuidar de los más necesitados, aunque tuvo muchos inconvenientes porque aquella profesión a la que la protagonista quería dedicarse tenía muy mala fama, ya que las mujeres que la ejercían eran consideradas unas putas y unas alcohólicas.

Hizo alguna pequeña incursión en este mundo, pero su gran oportunidad surgió cuando la destinaron a cuidar a los enfermos y heridos en la guerra de Crimea. Pese a todo, su voluntad se impuso y terminó viajando hasta allí para hacerse cargo de un hospital de campaña, donde permaneció hasta el final de la guerra y el último herido salió de él.

Fue ella, simplemente con su intuición y saber hacer, la que introdujo ciertas rutinas que vemos hoy en día en los hospitales, como poner por escrito lo que le sucede a cada paciente, mantener la distancia de seguridad entre los pacientes y una buena higiene para evitar los contagios y aliviar los momentos de soledad que sentían los enfermos en el hospital. Algo que, a día de hoy nos parece tan obvio, no lo era y todos estos pequeños (grandes) detalles fueron los que marcaron ese punto de inflexión del que hablaba al principio.

Fue una mujer avanzada para su época, y que recopiló escritos que fueron la base de la enfermería en años posteriores, tal y como la conocemos nosotros ahora. Fue una pionera en el campo de la salud y la sanidad; fue un referente en muchos aspectos, entre ellos, en el feminismo debido a la lucha que mantuvo durante toda su vida por mejorar la sociedad y reivindicar, de algún modo, el papel de la mujer en ella. Fue aquella que ensalzó y dignificó una profesión tan necesaria en cualquier sociedad. Y que, a día de hoy, tras la mala experiencia que estamos atravesando, es más que evidente su importancia.

«Toda mujer, en un momento y otro de su vida, cuida a alguien, ya sea a un niño o a un inválido; en otras palabras, toda mujer es enfermera».

¿Recomendaría su lectura? Sí, me parece interesante conocer un personaje así, tanto por el personaje en sí como de las aportaciones que hizo, que fueron tan importantes.

Otros títulos de la colección:

Marie Curie.

Maria Montessori.

Frida Kahlo.

Jane Austen.

Indira Gandhi.

Agatha Christie.

Irena Sendler.

Virginia Woolf.

Clara Campoamor.

Hedy Lamarr.

Emmeline Pankhurst.

Jane Goodall.

 

 

16 comentarios en “Florence Nightingale.

  1. pasanton dijo:

    Quizás en España su biografía sea más desconocida, no así en Reino Unido. Una pionera tanto en el ámbito de la enfermería como en el de la estadística. De hecho, fue la primera mujer en ser admitida en la Royal Statistical Society.

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