Biografía de la nada y dos maletas.

Autor: Ramón A. Raga.

Editorial: Ediciones Contrabando.

ISBN: 9788412689938

Año de publicación: 2023

Sinopsis.

Un escritor, un editor, un libro por encargo, un biografiado a la fuga, una novia, una exnovia, una comisaria de arte, un diplomático coreano, una ejecutiva neoyorquina, un agregado comercial en México, un eurofuncionario alemán y, por supuesto, Bill Gates. Un libro sobre la memoria, la pérdida, el reencuentro, la pasión y la razón, una geografía de lo humano. Biografía de la nada y dos maletas es la construcción y el découpage de la persona, un aprendizaje desde el olvido voluntario; es un bildungsroman posmoderno, la persecución de la verdad, el encuentro con lo bello y con lo eterno. Un camino de redención, un trayecto de ida y vuelta, de Madrid a Valencia, Nueva York, Berlín, Bruselas, Londres, Campania y Provenza.

Opinión.

Si de esta lectura tengo que destacar algo es que me ha sacado completamente de mi zona de confort. Y es algo que me gusta mucho porque me parece muy positivo y enriquecedor.

Por un lado, me ha gustado la trama que plantea no por la trama en sí, que está muy bien porque me parece original, sino por la frustración que se genera a lo largo de las páginas. ¿Por qué? Porque, en resumidas cuentas, un editor le hace un encargo a un escritor para escribir la biografía de otro escritor. Hasta ahí va la cosa bien, como ya os digo me parece un buen planteamiento, pero ¿por qué hablo de frustración? Porque es lo que consigue transmitirnos el personaje ausente y el escritor que le persigue. Mientras leía tenía la sensación de que una persona quiere retener a otra y esta otra se va diluyendo poco a poco, borrando de alguna manera su rastro, con el añadido de que le dificulta la tarea que le han encargado.

Esta frustración define muy bien el diálogo que, de manera indirecta, se establece entre el protagonista y el secundario, siendo el segundo el que busca y el primero el que se esconde. Porque es el escritor el que refleja esta frustración que el principal, completamente ausente en toda la novela, genera. El hecho de crear a un protagonista ausente es un recurso que me ha gustado mucho en la lectura porque sin estar, está completamente presente a lo largo de las páginas. Y lo que es más difícil: generar un interés real al lector/a de saber más acerca de él.

Hay otros personajes secundarios, dos mujeres, que contextualizan a los dos personajes masculinos y que se establece una relación entre los cuatro, desde mi punto de vista, bastante compleja, llegando a ser difusa en alguna ocasión.

Por otro lado, me gustaría destacar, como ya he hecho en redes cuando he ido mostrando el avance de mi lectura, los capítulos de la novela. ¿Y qué tienen de especial? Lo primero es que son cortos y ya sabéis que soy muy fan de que eso sea así, ya que facilitan y aligeran tanto la trama y, por consiguiente, la lectura. Además, me he encontrado con una estructuración de los capítulos que me ha sorprendido (para bien) porque nunca antes la había visto y me ha gustado: dentro de cada capítulo se diferencian claramente dos partes, tanto visual como en contenido. En la primera página del capítulo se escribe de manera breve, sobre todo, acerca del personaje ausente; en la segunda, se desarrolla el capítulo donde aparecen el resto de personajes para contar la historia.

El narrador habla en primera persona y es el personaje del escritor, pero, curiosamente, no es el único que cuenta la historia porque el autor ha creado una presentación de la misma, desde mi punto de vista, diferente. Con esto quiero decir que no se ha seguido de una manera convencional una línea temporal para relatar los hechos, sino que llegamos a conocer al personaje principal gracias a las diferentes intervenciones del resto de personajes, que van aportando datos para intentar que el escritor pueda escribir la biografía que le han encargado. Van y vienen en el tiempo, recordando tiempos mejores y describiendo, cada uno a su manera, el perfil del protagonista. Me ha gustado mucho este narrador porque el narrador suele ser un elemento clave en la novela porque es el que más sabe acerca de los personajes, los conoce a la perfección. En esta ocasión nos encontramos ante un narrador atípico en ese sentido porque es el que menos sabe de todos acerca del protagonista.

En cuanto a la escritura como tal de la novela, creo que le resta fluidez a la lectura el hecho de que no haya diálogo entre los personajes como tal, ya que se escribe toda ella en estilo indirecto. Por otro lado, para mi gusto, se utiliza demasiado la cursiva. Estos dos puntos que destaco son, obviamente, una opinión personal. No por ello es una novela que esté mal escrita, todo lo contrario.

A propósito de la escritura, comentar que nos encontramos con párrafos que parecen escenas sacadas de contexto, pero según se avanza y esta estructura se repite, te das cuenta de que son pasajes necesarios que convierten al personaje del escritor en un personaje muy reflexivo y que conectan ideas que él mismo se va planteando sobre la marcha en función de cada situación.

Y ya, por último, el final encierra una historia que se resume perfectamente en el título de la novela. No puedo contar más al respecto para no revelar nada, pero me gusta mucho que el título tenga sentido con la historia que se cuenta, así como que el cierre sea acorde a todo lo que se ha contado.

Puntos que me han gustado:

– Los capítulos cortos y su estructura.

– Un personaje principal ausente.

– El título de la novela la resumen muy bien.

Puntos que me han gustado menos:

– El hecho de que no haya diálogos entre los personajes.

– Mucha cursiva, así como mucho vocabulario en otros idiomas.

¿Recomendaría su lectura? Sí, aunque creo que no es una novela para cualquier lector. Para mí, ha sido una lectura, como decía al principio, que me ha sacado de mi zona de confort, cosa que me parece muy positiva, pero sé que a muchos/as de vosotros/as no os gusta eso. Pero creo que es una buena opción si un lector/a quiere leer algo diferente, actual, contado de una manera peculiar pero que te lleva querer saber qué es lo que va a pasar.